Rutas Guiadas por Horcajo de la Sierra

Ruta 2. Descubrir Aoslos por la calle Real

El núcleo urbano de Aoslos se desarrolla a lo largo de la calle Real, que coincide con la carretera M-136 –que va de la A-1 a Horcajo de la Sierra–. Se trata del eje vertebrador de un pueblo chiquitito y pintoresco, de calles sinuosas en las que se mezclan las viviendas de tipología rural levantadas entre los siglos XVIII y XX con otras de construcción más reciente y con pajares, corrales, establos y huertos. Siguiendo su trazado, es posible acercarse hasta sus lugares más populares que ponen de manifiesto el origen agropecuario de Aoslos, que se mantiene casi intacto.

Ficha técnica

Descripción

El paseo arranca en la Iglesia de San Isidro Ver foto del punto 1, ubicada en un pequeño prado en la calle Real, 124. Este templo parroquial, erigido en 1936, es de piedra caliza irregular y aspecto rústico y tradicional. La fachada principal, enmarcada por dos contrafuertes, está rematada por una espadaña descentrada y el acceso se realiza a través de un arco de medio punto. Tiene una nave de reducidas dimensiones y un atrio adintelado anexionado al lado sur.

Desde la iglesia, comienza a recorrerse la calle Real en dirección a Horcajo de la Sierra Ver foto del punto 2. A la altura de los números 114-120 y 94-100, pueden verse a mano izquierda dos de los diversos conjuntos de dependencias agropecuarias con una única cubierta que continúan en pie en Aoslos Ver foto del punto 3. Están hechos de mampostería y teja de cerámica curva. Cuentan con escasos huecos en sus muros que, generalmente, se abren sin orden mediante dinteles y jambas de madera –muy pequeños los de los pajares y más grandes los de los establos–.

Continuando por la calle Real se llega a la Plaza de la Plazuela Ver foto del punto 4, que aparece a su derecha, en la que merece la pena detenerse a contemplar las construcciones de arquitectura tradicional. En ella, además, se levanta una fuente de dos caños erigida en piedra de granito y que se usaba para abastecer de agua al ganado vacuno, ovino y aviar Ver foto del punto 5. Volver a la calle Real para seguir ascendiendo por ella hacia la derecha Ver foto del punto 6. Así se alcanza, a los pocos pasos, el cruce con la calle de la Cañada. En este punto, y al paso de la reguera por pleno centro de Aoslos, se encuentra el Pilón de la Reguera, construido durante la posguerra y utilizado como abrevadero para el ganado. El pilón y su entorno han sido recientemente recuperados Ver foto del punto 7.

Por unos instantes hay que desviarse de la calle Real para tomar, hacia la derecha, la calle Mediodía Ver foto del punto 8. En lo alto de la fachada del número 3 se conserva un reloj de sol hecho en piedra que antiguamente se usaba para controlar los turnos de riego en huertas y prados Ver foto del punto 9. Seguir avanzando por la calle Mediodía hasta que, a mano derecha, se abre una pequeña callejuela por la que hay que descender Ver foto del punto 10. Ésta desemboca en una explanada empedrada por la que pasa la reguera y en la que están, en un excelente estado de conservación, el potro y la fragua de Aoslos, dos de las infraestructuras más características de los municipios de tradición ganadera de la Sierra Norte madrileña Ver foto del punto 11. En Aoslos, al ser un pueblo en el que la mayoría de sus vecinos eran labradores y ganaderos, el oficio de herrero era uno de los más importantes y, por tanto, la fragua se convirtió en uno de sus edificios principales. En ella se hacían o arreglaban los distintos útiles de labor con los que se trabajaba antiguamente, como arados, rastrillos, elementos para los carros y otros aperos. También se fabricaban las herraduras y clavos para herrar al ganado, labor que se llevaba a cabo en el potro que se encuentra junto a la fragua. La fragua de Aoslos muestra en la actualidad una placa en recuerdo a Nicolás González Parrabera, herrero de la localidad entre 1940 y 1980.

Después de acercarse hasta el potro y la fragua, hay que volver a la calle Real y seguir subiendo hacia la derecha Ver foto del punto 12. El paseo concluye en el número 36 Ver foto del punto 13. Allí se levanta una vivienda de tipología rural de uso mixto que, además, cuenta con un horno exterior en su fachada principal. Este tipo de viviendas son de una o dos alturas, planta de trazado irregular, muros de mampostería de gneis y cubierta de teja árabe sobre aleros de madera y con una gran chimenea de ladrillo enfoscado. Pueden ser de uso residencial o mixto. Las segundas se caracterizan por tener la fachada encalada y, adosada a ésta, la construcción agropecuaria, que mantiene la piedra a la vista.

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