Rutas Guiadas por Horcajo de la Sierra

Ruta 4. La dehesa boyal de Horcajo de la Sierra

La antigua casa del médico constituye el punto de partida de esta ruta circular de 5,900 km que le llevará a recorrer la espléndida dehesa boyal de Horcajo de la Sierra. Un total de 1,305 km del itinerario se realizan por la carretera M-141, en donde, aunque el tránsito de vehículos no sea excesivo, es fundamental extremar las precauciones y recordar que es obligatorio caminar por la izquierda según el sentido de la marcha. El resto de la ruta se hace primero por un camino delimitado por numerosas zarzamoras (Rubus fruticosus) y después, una vez que el itinerario se interna en la dehesa boyal, entre una masa boscosa de robles melojos (Quercus pyrenaica). La ida hasta el paraje conocido como La Fresneda está perfectamente señalizada por unos indicadores de madera que marcan el camino correcto. La vuelta al núcleo urbano de Horcajo de la Sierra, sin embargo, carece de señalización alguna. No obstante, el camino no tiene pérdida.

Ficha técnica

Descripción

La ruta se inicia en la antigua casa del médico Ver foto del punto 1, construcción de 1957 que conserva el estilo arquitectónico tradicional de la zona y que actualmente acoge unos alojamientos rurales. Tiene planta rectangular, un pórtico adintelado y dos alturas –la baja es de sillería de granito y la alta está enfoscada, con sillares de piedra enmarcando los huecos y las esquinas–. Desde ella, hay que salir de Horcajo de la Sierra por la carretera M-141 en dirección a Madarcos Ver foto del punto 2.

Tras andar 130 m, se abandona la carretera y se continúa por el camino rural que surge a la izquierda de la vía asfaltada, el Camino del Canal Ver foto del punto 3, delimitado a ambos lados por muros de piedras y numerosas zarzamoras, matorral que es muy común encontrar en los bordes de fincas, campos, caminos… Se trata de un arbusto caducifolio muy ramificado y espinoso que puede llegar a alcanzar los 2 m de altura. Las hojas son verde oscuro por el haz y dentadas, y las flores son de color blanco o rosado. Su fruto, la mora silvestre, es pequeño y redondo, está formado por glóbulos agrupados entre sí y modifica su color según transcurre el proceso de maduración. Primero es verde, luego rojo y, finalmente, cuando ya está listo para comer, momento que suele coincidir con los meses de agosto y septiembre, se vuelve de un negro intenso y brillante. La mora es muy aromática y su sabor es agradable, dulce con matices ácidos. Suele consumirse en crudo, en compota o como ingrediente en numerosos postres.

Tras recorrer 375 m, aparece un cruce en el camino Ver foto del punto 4. Hay que ir de frente en todo momento. 540 m después, se llega ante una construcción del Canal del Isabel II Ver foto del punto 5. En este punto hay que girar hacia la derecha para alcanzar, a los pocos pasos, la entrada de la dehesa boyal, delimitada por dos muros de piedra y en la que está prohibido el acceso a vehículos no autorizados Ver foto del punto 6. Las dehesas boyales son pastos salpicados de arbolado a los que los vecinos de la zona llevan al ganado para alimentarlo. Suelen situarse en las proximidades de los pueblos, rodeadas de propiedades comunales. Deben su nombre a que, antiguamente, el ganado solía estar formado principalmente por bueyes. Nada más pasar la entrada a la dehesa, hay que ir hacia la izquierda y, escasos metros después, se llega a un cruce Ver foto del punto 7. La ruta continúa ascendiendo hacia la izquierda.

El camino transcurre, a lo largo de unos 830 m aproximadamente, entre robles melojos. Esta especie de roble, que no supera los 25 m de altura, presenta una corteza grisácea pardusca y hojas grandes, fuertemente lobuladas y de color verde intenso.

Así se llega ante una bifurcación Ver foto del punto 8. Hay que ir a la izquierda para acceder a La Fresneda Ver foto del punto 9, la zona de la dehesa boyal a la que acude el ganado a beber agua y que debe su nombre al fresno común (Fraxinus angustifolia) que se levanta junto a un abrevadero. Esta especie arbórea tiene copa amplia, tronco de corteza grisácea y rugosa y hojas con el borde fi namente dentado. En La Fresneda también hay corrales, un cobertizo y una manga ganadera, espacio destinado al manejo y saneamiento del ganado. Si se mira al frente, además, se divisa a lo lejos la localidad de Robregordo. Desde este punto se iniciará el retorno a Horcajo de la Sierra.

No obstante, si le quedan fuerzas puede optar por seguir ascendiendo por el camino de la derecha, que conduce al Monte Hueco, paraje repleto de robles de gran tamaño y numerosos acebos (Ilex aquifolium) que resultan muy fáciles de distinguir gracias a sus inconfundibles hojas perennes y de un verde oscuro brillante. Las de las ramas bajas son espinosas, mientras que las de las ramas más altas son lisas. Los ejemplares femeninos son los que dan los frutos. Son bayas redondas y rojas que maduran muy tarde –hacia octubre y noviembre– y que permanecen mucho tiempo en el árbol. Aunque su porte suele ser pequeño, es posible ver algunos ejemplares de gran altura.

Desde La Fresneda, hay que deshacer el camino andado hasta regresar al Punto 7. Una vez allí, hay que continuar por la pista principal, que gira hacia la izquierda Ver foto del punto 10. Entre robles se alcanza, 750 m más adelante, una de las salidas de la dehesa boyal Ver foto del punto 11. El camino desciende hasta desembocar en la carretera M-141, que hay que tomar hacia la derecha (Punto 12). Al llegar a un cruce, ir nuevamente a la derecha en dirección a Horcajo de la Sierra, tal y como indica la señalización Ver foto del punto 13. Siguiendo en todo momento el trazado de la M-141, y tras dejar a mano derecha el polideportivo municipal Ver foto del punto 14, se llega de nuevo al Punto 2 Ver foto del punto 15. Para finalmente regresar a la antigua casa del médico y dar por concluida la ruta, hay que seguir por la carretera.

© La Sonrisa del Gnomo & TurMedia Turismo, S.L. 2011 | rutafacil@grupo.agd.es

Una empresa del grupo AGD Un producto de TurMedia Turismo