Rutas Guiadas por Horcajo de la Sierra

Patrimonio artístico

En ambos núcleos urbanos, el elemento patrimonial más destacado es el templo parroquial. La Iglesia de San Pedro in Cathedra, en Horcajo de la Sierra, data del siglo XV y es, además, la muestra arquitectónica más sobresaliente del municipio. Se trata de una construcción gótica de mampostería, ladrillo y reforzada con sillares en las esquinas, que se encuentra en la parte baja del pueblo, algo alejada del centro urbano. Presenta una sola nave con coro alto a los pies y ábside poligonal reforzado con contrafuertes y junto al que se levanta la torre, de planta cuadrada y dos aperturas en forma de arco de medio punto en cada lado. El acceso se realiza por una portada adintelada. Junto al muro sur están el cementerio y la sacristía, de construcción reciente.

Bastante más reciente es la Iglesia de San Isidro, en Aoslos, que data de 1936 y se erige en un pequeño prado junto a la calle Real. Es de piedra caliza irregular y de aspecto rústico y tradicional. La fachada principal, enmarcada por dos contrafuertes, está rematada por una espadaña descentrada y el acceso se realiza a través de un arco de medio punto. Tiene una nave de reducidas dimensiones y un atrio adintelado anexionado al lado sur.

En los dos pueblos siguen en pie numerosas muestras de arquitectura popular levantadas entre los siglos XVIII y XX. Las dependencias agropecuarias, destinadas a corrales, establos, pajares y almacenes, están hechas de mampostería y teja de cerámica curva. Cuentan con escasos huecos en sus muros y, generalmente, se abren sin orden mediante dinteles y jambas de madera -muy pequeños los de los pajares y más grandes los de los establos-. Las viviendas de tipología rural son de una o dos alturas, planta de trazado irregular, muros de mampostería de gneis y cubierta de teja árabe sobre aleros de madera y con una gran chimenea de ladrillo enfoscado. Pueden ser de uso residencial o mixto. Las segundas se caracterizan por tener la fachada encalada y, adosada a ésta, la construcción agropecuaria, que mantiene la piedra a la vista.

Herencia de su arraigada tradición ganadera son también los dos potros de herrar que se conservan, uno en Horcajo de la Sierra y otro en Aoslos. Antaño, esta construcción típica de la Sierra Norte era usada para inmovilizar al ganado para herrarlo o curarlo.

Además, sobre el río Madarquillos, al paso de la Cañada Real Segoviana, está el Puente Antiguo, de un único ojo y realizado con anterioridad al siglo XVIII en mampostería de piedra para el paso del ganado.

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